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El coronavirus ha parado los relojes Julia Otxoa
7 abril 2020 • 12:00
Idioma: castellano

Donostia Kultura puso en marcha DK Etxean en la primavera de 2020, durante el periodo de confinamiento por la Covid-19, con el objetivo de seguir apoyando la creación cultural. Este texto forma parte de Koadernoa, programa en el que escritores/as locales crearon relatos breves para publicarlos en www.donostiakultura.eus.
El Coronavirus ha parado los relojes
Querido hijo: te mando dos de mis microrrelatos para aliviar este dolor que nos atenaza a todos. Creación como resistencia.
Mujeres imantadas
Las mujeres imantadas caminan con un gran peso a sus espaldas, montañas, océanos, aves rinocerontes... Todo los días el universo perezoso asciende hasta sus hombros y allí se queda adormilado como un pequeño pájaro.
Pero a veces el excesivo peso de la carga, hace que estas mujeres, exhaustas, violentamente, froten su cuerpo al modo de los osos, contra las esquinas, los troncos, o los acantilados para aliviar su fatiga y es entonces, cuando caen dispersadas todas las cosas, mezcladas sus identidades, ya nada encuentra su lugar, y todo es un agitado tumulto de geografías extrañas y cielos desubicados en la oscuridad del inmenso vacío que hace una y otra vez posible el comienzo del mundo.
Pájaro llovedor
El pájaro picaba el hielo para encontrar algo de comida, pero en lugar de tierra se encontró con el cielo bajo sus ojos y pasó el invierno comiendo nubes.
En la crudeza infernal de los estíos fue pájaro de lluvia sobre las llamas negras del corazón de los desesperados.
Cuando murió, su pequeño cuerpo era apenas una gota de agua que temblaba en el aire. Pronto este pájaro llovedor fue incluido en el santoral por haber sido durante tantos años alivio para atormentados, y sus restos se veneran hoy en una hornacina de cristal en el altar de los incendios